Santa Corona

Nací en Siria en el Siglo II, y fui asesinada cruelmente junto con Víctor, por que admitimos ser cristianos. Desde el Siglo IX, las reliquias de Víctor y las mías han sido preservadas en Anzù de Feltre, al norte de Italia. Las investigaciones han mostrado que estas son los remanentes de un hombre y una mujer, con algunos rastros de polen del Mediterráneo, lo cual confirmaría la leyenda de que nuestras reliquias estuvieron primero en Siria, luego en Chipre, y finalmente fueron traídas a Anzù de Feltre. Algunas de nuestras reliquias han sido preservadas en Aquisgrán y Praga. Varias iglesias llevan nuestros nombres, especialmente en Tirol y Baviera.